Declaración de patrimonio

El Impuesto sobre el Patrimonio es un impuesto directo que se ideó como complemento del IRPF para gravar las propiedades de los contribuyentes. De esta forma, el primero se centraba en las rentas o ganancias y el segundo en los bienes y derechos.

Es un tributo que grava la posesión de bienes y activos (inmuebles, acciones, dinero depositado en cuentas bancarias, títulos de deuda, fondos de inversión, coches, joyas, …), no los ingresos que generan, por los que los ciudadanos ya pagan otros impuestos. De ahí que se hable de doble tributación e incluso triple en casos como la vivienda, que también paga Impuesto de Bienes Inmuebles.